¿Cómo castigarías a un Dios inmortal?
Volviéndolo humano.
Después de enojar a Zeus, Apolo es enviado a Nueva York como un joven adolescente, sin sus poderes divinos él debe de aprender a sobrevivir en el mundo moderno hasta que recupere sus poderes. Pero, obviamente el tiene enemigos que con gusto lo destruirían.
El sólo piensa en un lugar en donde puede esconderse: El campamento Media Sangre.
Algo que me gusta de
los libros de Rick Riordan es que como están hechos para un público más joven,
son súper fáciles y rápidos de leer, aun que en este caso a ratos encontré que
la lectura era demasiado ligera, pero prefiero creer que eso se puede deber a
la traducción más que a otra cosa.
Al principio no sabía
bien cómo reaccionar cuando comprendí que la saga se llamaba Las Pruebas de
Apolo porque él era en realidad el protagonista, el cual no es uno de mis
dioses favoritos, siempre lo he encontrado medio tonto, prefiero sin lugar a
dudas a su hermana Artemisa. Por lo que la experiencia de ir viendo como se
acostumbraba a su momentánea mortalidad fue interesante, ya que como que me
caía mal, pero al mismo tiempo me daba mucha compasión por lo fuera de su
elemento que se encontraba. Y digamos que su compañera de viaje tampoco era de
gran ayuda, Meg era más parecida a un animalillo salvaje que a los semi-dioses
a los que ya estamos acostumbrados y amamos, pero supongo que todos los chicos
comenzaron un poco así cuando estaban solos.
La historia va bastante
ligada a lo que dice la sinopsis, Apolo se convierte en un humano con un nombre
ridículo en su identificación como castigo de Zeus por sus acciones en los
ocurridos volúmenes de los libros que se desarrollan en el universo de Percy
Jackson, y nuestro dios del sol tiene que llegar al único lugar en donde sabe
que va a estar seguro: el campamento media sangre. Para mí el campamento es un
lugar bastante familiar, pase todos los libros de originales, luego con
nuestros amigos romanos ya hora volver fue bastante genial. Obviamente, en el camino aparecieron bastantes
rostros familiares, como Percy. Me gusto mucho que saliera aún que fuese de
forma breve en el libro, en especial porque podemos ver que fue de su vida
desde la última gran batalla que enfrento junto a sus amigos. Annabeth no sale,
pero la mencionan, así es que espero que pueda hacer acto de presencia en la próxima
entrega.
Pero sin duda alguna a
quien más me gusto ver de nuevo fue a Nico <3, en especial ahora que no está
solo! Sí, me encanta el novio de Nico, en especial por lo diferentes que son
entre sí, y el poder ver a este chico de las tinieblas enamorado… no tiene
precio.
Algo que no me gusto
fue que sentí que el libro tenía demasiada acción, pasa un desastre tras otros,
era un bombardeo constante de monstruos, situaciones imposibles y peligros un
poco innecesarios. La actitud de Quirón en cierta parte de libro, queriendo
mantener una actividad del campamento cuanto tenían problemas, la encontré
super irresponsable y muy poco apta para quien tiene a su cargo una panda de
adolescentes con poderes para destruir el mundo. Como que el sentido común se perdió un poco
en este libro, no sé.
Obviamente, una saga
del tío Rick no puede no tener como protagonista principal a algo que no sea un
peligro inmensamente monstruoso. Sep, el mundo puede volver a acabarse… por
tercera vez. Aún que tengo que decirlo, este peligro no salió de la nada, hay
una serie de hilos que lo conectan a las otras dos sagas, y que entretejen una
conspiración estilo sociedad-secreta-dominadora-del-mundo bastante genial, y
probable dentro del mundo de los semi-dioses. Encontré genial eso, y creo que
Rick lo tenía pensado desde un comienzo, ya que son demasiadas coincidencias,
es imposible que se le ocurriera en el camino, es muy perfecto todo.
Creo que lo he mencionado
casi todo. No me gusto el ritmo acelerado de la trama, pero si él como a medida
que iba avanzado en las páginas fui apreciando a uno de los dioses que les
tenía poco afecto. Creo que el poder ver al Apolo “humanizado” y hablando en
primera persona ayudo bastante a entenderlo. Si, el chico tiene un montón de
aire en el cerebro, pero no es tan mala gente, y como ha vivido varios cientos
de años, tiene un montón de historias tristes para ablandarnos el corazón.
No recomendaría
comenzar a leer todo el mundo de los semi-dioses por acá, han pasado muchas
cosas desde El ladrón del rayo, por
lo que quedarían algo perdidos, pero tampoco es una mala puerta de entrada.
Espero que la próxima entrega
tenga a más de mis chicos preferidos, quiero ver como los romanos se toman la
nueva amenaza que está sobre sus cabezas, y quiero ver que es de Reyna, me
encanta a pesar de que nunca sea un personaje estelar.
Y, última cosa, el
libro en los últimos dos capítulos si no me equivoco trae una sorpresa que yo
amé con locura, y que estoy segura de que quienes han hecho el viaje completo
desde cuando Percy comenzó a tener nuevos, lo van apreciar. Si han llegado tan
lejos, lo tiene que amar.
Eso, espero que les
haya gustado la reseña y el libro.
Cariños!